Fui a ver King Kong sobre todo porque soy un inmaduro. Lo reconozco. Es más: soy un inmaduro orgulloso de serlo. Y cuando veo lo que son capaces de hacer las personas mayores, aún tengo más ganas de seguir siendo niño. Luego no entienden que no me gusten los niños. Yo no quiero a los niños, quiero ser niño, coño! Será que me muero de envidia, o algo...
Fui a ver King Kong como un niño, y me equivoqué. En mi inocencia, esperaba ver una peli de aventuras, y casi me encuentro una obra propia de Ibsen. Desde luego, el personaje más maduro, cerrado y completo de la peli es sin duda Kong. Atormentado por la soledad y por saberse el último en su especie, marcado por las cicatrices del pasado, con un presente nada halagüeño, pero con la sensibilidad suficiente como para deleitarse con una puesta de sol, al lado de una mujer bella. Y ya me dirás para qué la quiere. Es como si Nacho Vidal se tuviera que conformar con una muñequita de la Barbie. ¿Ves? Todo eso le pasa por dejar de ser el simpático chimpancé que era y convertirse en gorila hipertrófico. Y hablo de Kong, eh?
Esa inmadurez, la que me hizo ir a ver King Kong, se ve ahora alimentada por mi asistencia a la Universidad. Sí, soy universitario, a mi edad pero universitario. Si creo que me han salido granos y todo! Ya podía haberme salido pelo, coño. Y es que voy a la Facu a estudiar Comunicación Audiovisual, porque yo desde pequeñito siempre he querido ser realizador de televisión. Alguno pensará: "Sí, inmaduro. Y raro también". Pues como el Peter Jackson ese, que dice que decidió hacerse director de cine después de ver la peli de King Kong de los años 30. Y digo yo: ¿para qué? ¿para destrozarla? ¿tanto llegó a odiarla? ¿le obligaron a ir o qué?
Lo que no sé yo es qué programa de televisión me hizo a mí querer ser realizador. ¿"Los Chiripitifláuiticos"? ¿"300 millones"? ¿"Cesta y punta"? ¿"El Juego de la Foca"? ¿La negrita del ballet Zoom? ¿Lazarov? ¿"La Juventud Baila"? ¿María Luisa Seco, Eva Nasarre, Paula Gardoqui? ¿"La Edad de Oro" y su Chamorro?
Brrr! Ahora mismo tampoco sé es si soy más nostálgico que inmaduro. Dicen que la indecisión y el no saber qué es lo que se quiere son propios de la adolescencia. ¿Será que estoy creciendo?
PD: Si de mayor no puedo ser realizador, me gustaría ser King Kong, a ser posible.
13 comentarios:
Yo de pequeñita no sabía qué quería, y ahora que lo sé me dan gato por liebre. Menos mal que no es del tamaño de Kong...
PD: Un consejo, vete de Erasmus ;)
Inmaduro... Ibsen... Eva Nasarre... Cesta y punta... King Kong... Envidioso... Nacho Vidal... Si alguien me propone reunir en un sólo texto todos estos conceptos y/o personajes, mi respuesta sería: "Misión: Imposible". Afortundamanmte hay gente como Vakulincuk, capaz de eso y mucho más. Qué monstruo!!!
Con lo de ser un niño, a mi me pasa algo parecido. A veces creo que lo soy... Hasta que la realidad me demuestra que no, que las cosas ha cambiado. Suelen ser instantes de angustia, pero pronto reconoco que crecer también tiene sus ventajas.
Si vienera un hada madrina y me propusiera devolverme a la infancia, le diría que no. Tendría que renunciar a demasidas cosas bonitas, a demasiados amigos, a demasiados recuerdos... Crecer también es eso. Crecer es vivir.
Salud y República!
PD: Yo me metí en la tele por Kim, la azafata jamona del 123.
Oye, Sus... el Erasmus ese, ¿no podría pasarse por casa? Es que si tengo que ir yo, igual no me viene bien...
Bueno, Pulgarcito. Está bien. De acuerdo. Crecer es vivir. Crezcamos. Pero solo un poquito, vale?
A mí, de las azafatas del 123, la que más me gustaba era Silvia Marsó. Kim siempre me pareció un poco basta. En fin, para gustos los colores. Los de la carta de ajuste.
Por cierto, Pulgarcito: tu nick, maduro, lo que se dice maduro, no es, no?
Tranquilo, que si Nacho Vidal ha llegado a director, actor y escritor...queda claro que es una cosa de tamaño y cojones. Es decir, tu vas sobrado y realizador hace mucho tiempo que lo eres. Por lo demás, yo como tú, me estoy curando el acné. ¿Quien lo diría?
Que conste que he intentado reprimir mi hijoputez, pero no lo he conseguido. Así que ahí va: ¿no será que la sensación que acomete a un adulto de ser un niño es directamente proporcional al cabello que el mismo conserva sobre la chorla? Lo digo sin acritud, pero es que con la pelambrera de Pulgarcito y Vakulinchuk juntas no le haces una peluca ni al malo de Sleepy Hollow. Que son tíos como Dios manda nadie lo duda, pero ya digo, clavaditos a Chewaca en el blanco de los ojos.
Por tanto, desde un punto de vista psicoanalítico no es de extrañar que al señor Vakulinchuk le asaltara un extraño deseo regresivo a la infancia viendo la película de King Kong. Su subconsciente apresuró un silogismo simple, pero efectivo: si Kong, entonces pelo. Sin embargo, sabiéndose carente de capilares, con el consabido resquemor interno que provoca en el hombre la ausencia de mata, el deseo de ser Kong por la potencia de su pelaje mutó en su mente por el deseo de regresar a la infancia. Un truco, la típica trampa de la psiqué para sortear el complejo tan estudiada por los neofreudianos.
Así que ahí está la clave para explicar por qué un tío como un trinquete sufre arrebatos de transmutarse en mocoso viendo la peli de Jackson.
Volveré con mis teorías, y perdonen las molestias.
Esto se está complicando mucho... Pero que mucho, mucho. La verdad es que todas las teorias son válidas, pero unas más que otras. A saber:
Qué mi nick no es demasiado maduro? Puede ser.
Qué mi peinado convierte a King Kong en un ejemplo a seguir, cosa que yo mismo confundo con un deseo de volver a la infancia? JODER! Te has pasado Maneken. Por esa regla de tres, un nick como Maneken kk se debe a un evidente impulso coprófago. Éste, a su vez, no es más que la clara demostración de un sentimiento de insatisfacción permanente, que te lleva a desear cruzar unos límites que tu mismo eres incapaz de rebasar. Vamos, que eres un reprimido.
Es sólo una teoría, pero se basa en una lógica muy similar a la tuya. Te parece que he acertado? Ya me contarás...
Saludos cordiales a todos.
Eso mismo digo yo. Con una salvedad: decir que el texto del (ojito) "niño de la kk" tiene lógica es de ser colegas, colegas. Brilla por su ausencia, vamos.
Un placer. como siempre
Ya sabía yo que iba a recibir castaña, y todo por aventurar teorías. La ciencia choca siempre con el oscurantismo. No obstante mis impulsos coprófagos (que algo hay, cómo no) y mi falta de lógica (la suscribo ahora mismo), he conseguido activar este blog, y eso está bien.
De todas formas, en la base de mi tesis sobre la calvicie y sus consecuencias conductuales subyace el miedo, mi propio miedo serval a que mi cabeza devenga bola de billar. Porque, he de ser franco, cada mañana al contemplarme en el espejo observo preocupado como mi frente imperialista conquista palmo a palmo los lugares que en otro tiempo eran fronda impenetrable. Y así estoy, que veo un calvo y me pregunto a mí mismo: ¿cómo habrá podido superarlo? ¡¡Qué cojones tienen algunos!!
Así que os ruego toméis mis teorías no como un ataque personal, sino como el delirio de un mutante.
Queden ustedes con Dios.
Si es que el kk es todo un maestro del engatusamiento... Al final nos dará hasta lástima, el tio.
Ole!
A mí no me la das. Lágrimas de cocodrilo. ;)
No deseo vuestra compasión, amigos, aunque ya sabéis por experiencia los mimos que necesita el ego de un iniciado al "calvinismo". La falta de sensibilidad que muestra Vakulinchuk con un servidor demuestra que es un simio desalmado. Ni siquiera su idolatrado Kong, criatura salvaje donde las halla, mostró ante la desdicha ajena semejante cara. Bien es verdad que la chica estaba buena, y ante bombón así a tothom le aflora el alma por la entrepierna. Pero aún así, coño, tuvo corazoncito.
Pulgarcito, llevas razón, soy un reprimido. No puedes imaginarte lo que me reprimo cuando veo lo que veo por aquí los días de "solecito". Tú ya me entiendes, chato.
Queden con Dios.
¡Céntremonos muchachos!
¿Por qué ofende la referencia a la calvicie? ¿Acaso es menos atractiva una cabeza sin pelo? ¿Tanto frío se pasa?
Y lo bonito (que no el pez) es ser capaz de elegir cuando quiere uno ser inmaduro y cuando se convierte en adalid de la sensatez y el trellat. Elegir momento de ser niño y vivir aventuras (que no con niñas) y cuando ser hombre o mujer hechos y derechos para disfrutar de todas las ventajas de una y otra posición (que hay más de una). Porque vale, los niños están fascinados y sueñan aventuras con King Kong. Pero desde Godzilla las mujeres sabemos, que el tamaño sí importa. El del cerebro.
Buf! Pues ya me quedo más tranquilo. ;)
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